París es doblemente mágico

Me pregunto cómo se van a combinar las fuerzas de lucha activas en Francia/París a propósito de la oposición de la Reforma Laboral [loi travail o loi El Khomri] del Partido ‘Socialista’ Francés.

Durante estas semanas pasadas vimos un trabajo muy fuerte de los ‘zadistas‘ y autónomos (como el recién fundado Comité 16 de Marzo, que lanzó el panfleto El mundo o nada) por los bloqueos, ocupaciones de institutos y universidades  y el sabotaje urbano (como el ataque a la comisaría de Bergson), amistado también con las luchas en Calais. Pero también, desde anteayer, las plazas tomadas por asambleas y el ‘movimiento’ Nuit Debout. Ambos gestos son un desafío al estado policial declarado a golpe de ley antiterrorista y bajo el pretexto de la seguridad ciudadana.

Quizá la diferencia de perspectivas no es tan clara como desde aquí me lo parece, pero el silencio de medios afines a los procesos destituyentes (como lundi.am, cercano al Comité Invisible y su círculo intelectual Coupat, Hazan y cía.) podría dar a ver que una fractura comienza a larvarse en las luchas francesas con la aparición de este movimiento ‘ciudadano’ de las plazas, abiertamente no violento y constituyente (se han propuesto redactar una Constitución de la República Social) que tanto nos recuerda a Madrid/Plaza Catalunya… y otros ecos europeos de las luchas que estallaron en el Mediterráneo árabe. La novedad de París respecto a aquellas plazas del 2011 es que muchas de las movidas surgidas de ellas estan ahora actuando allá como en un backtofuture, como el grupo de Podemos París que está participando ampliamente en la organización de las comisiones.

No son pocos l_s amig_s que marcharon a ver qué pasa por París. De momento sabemos, además de que la acción fue organizada por un colectivo vinculado a una película, y que según cuentan los periodistas en la Plaza de la República hay una mayoría de jóvenes de clase media y blanca y son mayormente los hombres los que toman la voz. Pero desde aquí es difícil saberlo aunque sí pueden verse imágenes que mostrarían que esto no sería falso.

Ojalá la pluralidad de voces, la diversidad que caracteriza lo social se traduzca también en una diversidad de caracteres y perspectivas de lucha. Es lo que creo no hubo por aquí. ¿O sí? En Madrid al menos a mi me parece no lo hubo. Enseguida se hegemonizaron unas formas (paradójicamente bajo el pretexto de la inclusividad) y pronto, ya se sabe, todo giró hacia el parlamentarismo y la participación ciudadana (y aún así recordamos estallidos más incontrolados como el del 25S) aunque sería muy ingenuo pensar que había algo así como un proceso revolucionario verdadero en marcha sólo porque hubo algunos momentos más ‘descontrolados’.

En cualquier caso, la destrucción y destitución del viejo mundo que nos asfixia y la construcción y constitución de uno nuevo no tienen por qué ser quizá procesos antagónicos: antes al contrario, podrían tratarse de dimensiones complementarias, pero para ello quizá es fundamental que una perspectiva no anule a la otra: una se encuentra en peligro de ser criminalizada, tachada de nihilista y violenta y la otra se encuentra en peligro de ver rebajada su potencia por tomarse como un gesto inofensivo y pusilánime. Sólo algunas revoluciones parecen haber entendido bien esa doblez gestual.

Lo que es cierto es que la ocupación popular del espacio público “es una idea nueva en Francia”.

 

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Update: primeras impresiones de lundi.am sobre Nuit Debout en la línea de lo que decíamos arriba : “Ceci n’est pas un mouvement” [francés]

Un « mouvement », pour tout le personnel d’encadrement à quoi se réduit cette société, est une chose rassurante. Il a un objet, des revendications, un cadre, donc des porte-parole patentés et des négociations possibles. Il n’est ainsi jamais difficile, sur cette base, de faire le partage entre le « mouvement » et ceux qui en « débordent » le cadre, de rappeler à l’ordre ses éléments les plus déterminés, sa fraction la plus conséquente. On les qualifiera opportunément de « casseurs », d’« autonomes », de « nihilistes », quand il est si patent que ceux qui sont là pour casser les dynamiques, ce sont justement les nihilistes qui n’y voient qu’un tremplin pour leurs futurs postes ministériels – tous les Valls, Dray et autres Julliards. Couper un « mouvement » de sa pointe la plus « violente », c’est toujours une façon de l’émasculer, de le rendre inoffensif et pour finir de le tenir sous contrôle. Les mouvements sont effectivement faits pour mourir, même victorieux.

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